• Mayos, rondas, músicas y folias de Cuenca

Mayos, rondas, músicas y folias de Cuenca

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El Grupo “Voces y Esparto” ha volcado en estas músicas una parte de su capacidad de recuperar viejas melodías populares de ciudad y provincia. Todas las que componen el contenido de esta corta recuperación siguen en vigor actualmente en las fechas que marca la tradición, 30 de abril y 3 de mayo, y en el caso del Mayo que se canta en las calles de Cuenca capital durante todo el mes, sobre todo en los fines de semana.

Todo este trabajo e inquietud viene siendo desarrollado por un grupo de gentes que cree y disfruta con lo que hace, componentes de diferentes edades que hacen suyas estas melodías para cantárselas a las mujeres conquenses, y entre ellas, a nuestra patrona, la Virgen de la Luz , en noches eternas de calles a media luz, donde el rasguear de los instrumentos de la ronda, es aviso de ‘enamoramiento’. Esa es la importancia de estos cantos, que sí dicen del carácter de quienes las cantan. “Es para nosotros un hecho especial el grabar este disco, que abre las puertas, sobre todo a la consideración de lo bello y lo galante…”

El disco es considerado por nuestro Grupo como el modo específico de cortejar a las mujeres de nuestra tierra, entre ellas a aquellas que forman parte de nuestra Asociación y como no, también a nuestras mujeres y novias, y agradecerlas, a todas, su cariño y dedicación para con esta sociedad que tanto las sigue necesitando. Para vosotras son nuestras músicas y cantos de este Mayo, que se adivina “colmado de flores, rosas y alabanzas…”

Un cortejar que es “rondar”, y que asevera el Diccionario de Autoridades como el "andar los mozos de noche paseando las calles por donde vive alguna mujer que galantean", texto al que se puede añadir, para estas ocasiones, cantándolas un repertorio, donde los asuntos son muy variados, aunque tomando como eje principal el tema del amor y dentro de el, los piropos y galanteos, las dudas e incertidumbres, los impedimentos familiares, los sinsabores y desengaños, las ansiedades y desprecios, las alusiones románticas y las declaraciones llenas de pasión, ¡ah!, y los lugares de la casa en donde transcurre el canto: puertas, ventanas o balcones.

Hace años, cuando en los pueblos había juventud, era habitual en las noches de verano, ver a grupos de muchachos con guitarras u otros instrumentos, casi siempre de cuerda, aunque con toda clase de percusiones, rondando debajo de los balcones de las muchachas casaderas.

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